lunes, 11 de febrero de 2013

Llegará para acabar el invierno, Moli?

El año pasado, las inclemencias meteorológicas impidieron que se desarrollara el Auzolan para traer la leña para la Sociedad Koskotea.
Y este año, como ha hecho mucho mejor tiempo (sabemos lo que es la ironía, no?), nos lanzamos a la aventura de traer leña para acabar el invierno. Sería por ese espíritu aventurero que nos caracteriza? O sería porque ya no quedaba ni un leño en la reserva? Sea como fuere, el sábado 9 de febrero, una intrepida kuadrilla se arriesgó a montar una expedición a Maderas Lokiz, en Ancín, para traer un "viaje" de leña picada. Cuando "Rioja" nos vio por allí, como eramos tantos, se pensó que le íbamos a comprar 3 o 4 remolques, pero no, nada más lejos de la realidad: con llenar el Patrol del Tori parecía ser suficiente para llegar al final del invierno. Así que, si cuando nos vio se frotaba las manos, cuando le contamos nuestros planes nos quiso dar gato por liebre... conseguimos frenar el ímpetu de Jonmi, que se quería largar ipso-facto, y al final compramos 650Kg de leña de roble.
Que bien arde, oiga! (...se dice, se comenta...)
Y como nos daba un poco de vergüenza haber siquiera almorzado con tamaño esfuerzo, y además no llovía (lo cual es novedad en este húmedo invierno), nos decidimos a traer la encina seca de la Curva del Médico (D.E.P.)
Para allá que nos fuimos Ernesto y Karlos a las maquinitas de hacer ruido, y Tori, Foxi, Jonmi y Mikel a tirar de riñón.
No pasaba mucho tráfico, y la cosa fue fácil...
...hasta que tiramos la encina grande que quedó cruzada en la carretera. Entonces, como bien sabe Murphy, a buenas horas se dedicó a inventar leyes, empezaron a pasar todos los coches del valle.
Alguno incluso quería probar que su todo terreno bien podía pasar por encima de un tronco de 40cm de diámetro, pero la rapidez de "la kuadrilla de peones" en la retirada de la encina, impidió que alguno se disfrazara de Carlos Sainz en el Paris Dakkar.
Así que, en menos que canta un gallo, la encina estaba ya a las puertas de la Sociedad Koskotea. Sólo quedaba picarla!
Quién dijo SÓLO?
Estaba un "poquito" dura, pero gracias a las cuñas y la maza del Wey, y el buen hacer de la peonada, la encina picada está ya a disposición de los intrepidos fogoneros, para calentar las tardes de invierno, que según parece, quedan todavía unas cuantas.
La mañana remató con una merecida comida preparada por Kris y Guru. Milesker majas, estaba buenísima!!!
Esperemos que llegue para alcanzar los días templados.

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